Póntelo. Pónselo

Corría el año 1989, cuando todos pudimos ver en televisión la campaña Póntelo. Pónselo. El Gobierno español, como una salida y al mismo tiempo como un intento desesperado por frenar el avance mortal del sida, fue el responsable de poner en marcha dicha campaña.

Hasta el momento, este tema, y todo lo referente a las relaciones sexuales estaba totalmente prohibido, en una época en la que hasta darte un beso con tu pareja en la calle tenía sus consecuencias, entre ellas la cárcel.

La llegada de la democracia en 1975 inició un cambio en la mentalidad de la población, cambio que fue haciéndose cada vez más patente desde entonces. No obstante, dicho cambio fue lento, de hecho, no será hasta casi la década de los 90 cuando empiezan a lanzarse las campañas de sensibilización del uso del preservativo.

Una de las primeras y que más repercusión tuvo, fue la titulada como Póntelo. Pónselo. Matilde Fernández, ministra de asuntos sociales, fue la promotora de la campaña y el centro de las críticas de los sectores más reaccionarios (muchos la conocerían a partir de entonces como “Matilde condones”).

Era la 1ª vez que se alegaba de forma institucional a favor del preservativo, y un hecho significativo era también que la mujer tenía en él un papel activo. Todo ello no pasó desapercibido ni como algo normal (como podría verse hoy). De ahí que en España supusiese todo un escándalo, ya que las chicas debían incitar a sus parejas a ponerse el preservativo, y si era necesario, ponérselo ella con sus manos.

Póntelo. Pónselo supuso el punto de partida para el resto de campañas que se desarrollarán a partir de entonces, campañas que tendrán su efecto y conseguirán su objetivo principal: dejar de ver el preservativo como algo inmoral o como el medio que estimula e incita a mantener relaciones sexuales, para pasar a verlo como el remedio contra enfermedades de transmisión sexual o contra el embarazo no deseado.